Buscar la excelencia es una actitud. No basta con tener talento y ser inteligente. También se requiere capacidad de trabajo y constancia para brillar.

 

Estos premios reconocen públicamente la excelencia, el esfuerzo y el espíritu de superación. Buscamos celebrar los logros académicos para que sirva de motivación para continuar esforzándose y creciendo durante los próximos años. 

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El estudiante donará la mitad del premio a una organización sin ánimo de lucro de su elección. Esperemos que este acto solidario se convierta en un hábito a futuro.

 

Muchos de estos estudiantes están llamados a ser líderes, destacar en la sociedad y ser ejemplo para otros amigos en sus comunidades. Y en sus logros, también tendría que aparecer devolver a la sociedad, con tiempo, conocimiento y aportaciones económicas, para que sirva de ejemplo para muchos otros que van a mirarlos como referentes.